4 tips para que tu pareja se sienta realmente escuchad@
Hay veces que por más que intentamos tener una maravillosa relación de pareja, a la hora de poner a prueba la comunicación nos encontramos estar hablando en idiomas diferentes. A continuación encontrarás cuatro tips que harán toda la diferencia.
1. Escucha con tu imaginación.
Seamos honest@s, la mayoría de las veces que estamos en el rol de escuchar, lo que verdaderamente estamos haciendo es pensar en cómo ayudarles a resolver el problema, qué consejo darles o en lo que a nosotr@s nos ayudó cuando nos pasó algo similar. Terminamos haciendo todo menos escuchar. Por eso, la próxima vez que se acerque tu pareja para compartirte algo que es importante para ella o él prueba lo siguiente: escucha con tu imaginación. Cuando imaginamos lo que nos están platicando, lo que estamos haciendo es ser empátic@s o dicho de otra manera: nos estamos poniendo en sus zapatos. Al imaginar no sólo lo que te dice, pero también las emociones que te comparte, lo que estás haciendo es mantener tu mente lo suficientemente ocupada para no poder divagar en soluciones y caer en la trampa de dejar de escuchar verdaderamente.
Imagina que tu pareja te cuenta que l@ corrieron del trabajo. ALTO. No imagines lo que esto implica para ti, sino imagina lo que él o ella está viviendo y sintiendo... uf!
2. Reconoce y valida.
Nuevamente seamos honest@s, realmente no es que no sepamos escuchar, la situación real es que no nos gusta ver a nuestra pareja pasándola mal, porque nos duele ver a la persona que amamos estresada, angustiada o desilusionada y por eso corremos a encontrarle soluciones. Sin embargo, toma valentía y vulnerabilidad que tu pareja se abra a ventilar sus experiencias internas, y el tratar de brincar para ofrecerle soluciones podría dejar un sabor de rechazo para él o ella.
Es por esto que el paso dos es validar y reconocer a tu pareja y su experiencia. Déjate impactar por lo que está experimentando, al hacer esto podrás hacer el paso dos de forma natural. Tómate un tiempo para pensar en esto, imagina cómo sería la sociedad si en vez de que estuviéramos acostumbrad@s a decir la detestable frase de "Todo va a estar bien" nos dijeran algo más sincero "Amor, puedo ver lo difícil que está siendo esto para ti, gracias por abrirte y dejarme acompañarte en esto." Al hacer el paso dos de forma auténtica lo que notarás es que tu pareja se abrirá aún más contigo porque se siente realmente acompañada.
Otra forma de explicar cómo puedes reconocer a tu pareja es que notes qué cualidades están ahí en él o ella que le están ayudando a atravesar la situación. Normalmente son características de la persona que estando dentro del remolino interno no está pudiendo ver. Al tú mencionarlo, él o ella se sentirán reconocid@s y realmente vist@s por ti. Por ejemplo: Eres perseverante, eres visionari@, eres autentic@, eres valiente.
3. Dale espacio, permítele llevar el ritmo.
Muchas veces cuando estamos escuchando creemos que necesitamos ser nosotros los que nivelan el ambiente. Si mi pareja está muy voluble siento la necesidad de tranquilizar el ambiente, si está muy cabizbaja, necesitamos traer un poco de optimismo. Sin embargo, lo que estoy haciendo es tratar de controlar el ambiente y la consecuencia es que termine inconscientemente asfixiando o reduciéndole el espacio de expresión. Deja que tu pareja lleve el ritmo de acuerdo a lo que necesita. Esto no sólo es cuando mi pareja está muy efusiva, sino también cuando está tomándose un momento de silencio. Los silencios largos tienden a ser una gran tentación para la interrupción y esta es otra forma de quitarle espacio. Cuando guardamos largos periodos de silencio y aparentemente nada está sucediendo, internamente estamos digiriendo y acomodando un sin fin de emociones y sensaciones.
Una forma de darle espacio a tu pareja para que se sienta libre es observar sus expresiones físicas, su postura corporal y su mirada. Poner atención en lo que te comunica de estas otras formas puede ser una gran manera de escuchar más allá de los oídos y te facilitará ir a su ritmo.
4. No encajones.
La razón más común de porqué a la gente nos cuesta tanto trabajo verdaderamente abrirnos a compartir nuestros momentos difíciles es porque no queremos ser encasillad@s o etiquetad@s. Si quieres regalar tu escucha a tu pareja o a quien sea, no puede ir con juicios. Esto también implica que todo lo que haga en ese momento no repercutirá en tu percepción de él/ella. Es como si estuviera escribiendo en la arena, todo lo que escriba será borrado con la siguiente ola del mar, como si no existiera fuera de ese momento y ese contexto. Entonces, no lo llevas a futuras discusiones entre ustedes para darte sustento: ¡¿otra vez te vas a poner loc@?! Aunque sólo estemos juzgando con nuestros pensamientos, se puede percibir porque lo dejamos ver en nuestra actitud, tono de voz y gestos físicos con los cuales nos dirigimos a la persona.
El número cuatro es la llave a una relación sana y duradera: si no encajonamos a nuestra pareja y le permitimos ser alguien nuevo cada día, a través de los años l@ seguiremos descubriendo, así habrá menos bagaje y más espacio para la curiosidad, la libertad, el respecto y el amor.