Cuando somos pequeños nos enseñan desde cómo ir al baño hasta matemáticas y un sin fin de materias. Sin embargo, no nos enseñan a cómo relacionarnos con nuestras emociones. Nuestras experiencias en la vida están regida por nuestras emociones, tanto las cómodas como las incómodas. Cuando llega una emoción como el miedo, la ansiedad, el enojo, etc. al no haber sido entrenados a cómo convivir con ellas, lo que tendemos a hacer es evadir o reprimir. Evadir puede ser entumecernos con drogas, alcohol, nicotina, redes sociales o comida, pero también puede ser con ejercicio, meditación, hacer yoga, etc. Cualquier cosa que hagamos, si las hacemos desde tratar de reprimir o evadir y no nos permitimos intimar con nuestras emociones y sentirlas desde un espacio corporal y no intelectual o evasivo, las emociones terminan acentuándose y al querer controlarlas, nos terminan controlando a nosotros.

 

¿Alguna vez has conocido a alguien que nunca en su vida se haya sentido triste, frustrado, enojado, angustiado, con miedo o estrés? Como seres humanos estamos destinados a vivir con todo nuestro rango emocional y esto involucra las emociones que nos son incómodas sentir. Lo que yo he descubierto es que pagamos un precio muy alto al tratar de evadirlas, tratar de cambiarlas o entumecerlas.

​

Este proceso está diseñado en nueve sesiones de video-llamadas que se dan en el transcurso de ocho semanas. Cada semana te llevarás un audio de 15 minutos con la práctica de esa semana y una tarea que te llevará no más de diez minutos. Cada práctica está diseñada para ir construyendo sobre la otra, por lo tanto se pide un compromiso de no faltar a las llamadas semanales. Estas ocho semanas son un viaje a reencontrarte con tus emociones desde un nuevo lugar donde puedas fluir con la confianza de saber cómo relacionarte con ellas.

 

Al finalizar las nueve sesiones estarás experimentando la vida desde un nuevo lugar, pues las emociones son la base de cómo nos relacionamos con la vida, las personas y con nosotros mismos, lo cual te permitirá:

 

• Entender la diferencia de sentir una emoción y estar atorado en la parte intelectual o evasiva

 

• Intimar con cómo se vive la emoción en el cuerpo y aprender a distinguir entre todas las gamas de emociones

 

• Cómo digerir tu día a día

 

• Hacerte consciente de todo lo que vives internamente, de tus tendencias y reacciones

 

• Escuchar qué te indica cada emoción

 

• Con todo esto poder moldear tus experiencias, lo cual tendrá un impacto directo en tu vida

 

• Vivirte más plena y auténticamente

 

• Tomar las riendas de tu vida

                                                  

• Incrementar tu influencia positiva en cualquier área de tu vida

 

​