Más allá de un tip para los propósitos de año nuevo
Cada vez que comienza un nuevo año escucho ferozmente resurgir los propósitos y este año no fue diferente. La gente se pone metas, comienza a tener una idea de qué quiere, que ya no quiere y qué están dispuestos a hacer para llevarse a ello, aunque quizá sólo sea por un mes. Estamos de acuerdo que poco de lo que hemos logrado ha sido gracias a las resoluciones de año nuevo. Es por eso que no les voy a dar tips de cómo ahora sí podrán lograr sus metas, sino que les daré un ejercicio sencillo y completamente diferente que enriquecerá sus vidas.
Dense un espacio a solas y escriban todas las cosas que reconocen como hermosas en su vida. Observen el panorama completo y reflexionen sobre las cosas de las cuales se sienten agradecidos. Si notan que les cuesta trabajo encontrarlas o se dan cuenta que las pueden enumerar pero no conectan con la gratitud, pausen. Diariamente somos ametrallados por publicidad de cómo podríamos vivir mejor, vernos mejor, tener más dinero, ser mejores; cada vez que entramos a navegar en Internet o nos metemos a las redes sociales se nos impulsa a comparar la vida que tenemos con la vida que podríamos tener. Hemos ido perdiendo la noción de que este preciso momento es nuestra vida y eso es sagrado. Ayer ya no es vida, este momento sí lo es. Pausen todo el ruido, los mensajes y creencias sociales que reciben diariamente (básicamente sobre como nada es suficiente) y dejen entrar lo bello de lo que hay en este momento: sus relaciones, sus amistades, las mascotas, sus habilidades, su dulzura, su pasión, la naturaleza, etc. Sean revolucionarios y dejen entrar la belleza de sus vidas. Dejen entrar la suficiencia y pónganlo en papel, escriban todas las cosas que reconocen como hermosas y creen un espacio de reflexión y contemplación. Pueden tener una mesa con objetos sagrados para ustedes, una silla cómoda, un playlist de música que los conecte con el bienestar, un aroma que les traiga paz y dense 7 minutos diarios para leer lo que escribieron y dejarlo entrar no sólo a su día sino a su vida. Si definitivamente hay un área que perciben bloqueada, que quieran cambiar, modificar o mejorar, entonces dense 10 minutos. 7 minutos para dejar entrar la belleza de lo que ya es y 3 minutos para que una vez que ya hayan creado la energía, nutran el área atorada, llenándola de luz, de amor y de cuidado. La mayoría de la gente ya hace esto, pero lo hacen al revés. El área que está atorada crea cierta energía y ésta la llevan a las áreas que sí funcionan, de esta forma se crea una energía pesada y una sensación de inmovilidad. Así que este año los invito a hacer lo mismo pero al revés. Al darse estos 7 minutos para contemplar y dejar entrar más profundamente lo que les genera gratitud y después observar el área que podría ir mejor y llenarla de esta energía, lo que están haciendo es un elixir de transformación sin enfocarse directamente en el cambio- en arreglar, en cambiar, en lo pesado e incómodo- sino en lo ligero, en lo bello, en lo verdadero. ¡Deseo que hagan de su 2019 un año de bienestar personal!